Uno, dos, tres…
Las olas golpean el muro de piedras y bloques
de cemento sobre el que una pasarela de madera y roca se asienta. Un único
banco de hierro forjado y pintado de azul se ubica mirando al mar, y sentado en
él, un hombre cuenta las olas.
Cuatro, cinco, seis…
Lleva ya un buen rato en ese lugar, con el
cuello del abrigo subido y las manos en los bolsillos para protegerse de las frías
gotas que la brisa le lleva desde el océano, con la vista fija en el límite
entre tierra y agua, en la unión del rompeolas y el mar.
Y siete, ahí viene…
Una ola más potente se acerca a la rompiente,
el mar golpea con más fuerza y la espuma se eleva por encima de los grandes peñascos.
Desde dónde está sentado el hombre parece como si el frente de la ola fueran
unos gigantescos dedos, que se estirasen hasta casi rozar con sus uñas blancas
el banco de hierro. Por un momento parece que el agua va a engullir al hombre,
que permanece quieto, esperando, hasta que la fuerza del mar se reduce. Solo
entonces se le ve sonreír observando la resaca…
Uno, dos, tres…
Dicen las leyendas que hace muchos años un
joven marinero, bronceado y musculoso, de ojos verdemar y dientes blancos como
perlas, conquistó el corazón de una sirena, de la hija más querida del rey del
océano, y que la convenció para huir con él tierra adentro, lejos de la furia
de su padre…
Cuatro, cinco, seis…
Pero la pena de la sirena por estar lejos de
su hogar se interpuso entre ellos, y con el tiempo el amor que sentían se convirtió
en hastío e indiferencia. El marino abandonó a la bella muchacha y ella murió
de dolor y pena, lejos del perfume de las algas y el brillo de las escamas de los peces.
… y siete.
Desde entonces el rey del mar intenta alcanzar
al marinero, para vengarse de él. Pero ay, el mar es muy grande, y mover toda
el agua de los mares le cuesta un gran trabajo. Por eso las olas vienen en
grupos, y la séptima ola es la más grande y fuerte, porque el rey de los mares
necesita seis intentos para acumular fuerza y lanzar todo su poder contra la
tierra.
Uno, dos, tres…