UNO
Él se sentó a esperar bajo la sombra de un árbol florecido de lilas.
Pasó un señor rico y le preguntó: ¿Qué hace sentado bajo este árbol, en vez de trabajar y hacer dinero?
Y el hombre le contestó:Espero.
Pasó una mujer hermosa y le preguntó: ¿Qué hace sentado bajo este árbol, en vez de conquistarme?
Y el hombre le contestó:Espero.
Pasó un niño y le preguntó: ¿Qué hace Usted, señor, sentado bajo este árbol, en vez de jugar?
Y el hombre le contestó:Espero.
Pasó la madre y le preguntó: ¿Qué hace este hijo mío, sentado bajo un árbol, en vez de ser feliz?
Y el hombre le contestó:Espero.
DOS
Ella salió de su casa.
Cruzó la calle, atravesó la plaza y pasó junto al árbol florecido de lilas.
Miró rápidamente al hombre. Al árbol.
Pero no se detuvo.
Había salido a buscar, y tenía prisa.
El la vio pasar, alejarse, volverse pequeña, desaparecer.
Y se quedó mirando el suelo nevado de lilas.
Ella fue por el mundo a buscar.
Por el mundo entero.
Por el mundo entero.
En el Este había un hombre con las manos de seda.
Ella preguntó:
Ella preguntó:
¿Sos el que busco?
Lo siento, pero no, dijo el hombre con las manos de seda.
Y se marchó.
Lo siento, pero no, dijo el hombre con las manos de seda.
Y se marchó.
En el Norte había un hombre con los ojos de agua.
Ella preguntó:
¿Sos el que busco?Ella preguntó:
No lo creo, me voy, dijo el hombre con los ojos de agua.
Y se marchó.
En el Oeste había un hombre con los pies de alas.
Ella preguntó:
¿Sos el que busco?Ella preguntó:
Te esperaba hace tiempo, ahora no, dijo el hombre con los pies de alas.
Y se marchó.
En el Sur había un hombre con la voz quebrada.
Ella preguntó:
¿Sos el que busco?Ella preguntó:
No, no soy yo, dijo el hombre con la voz quebrada.
Y se marchó.
TRES
Ella siguió por el mundo buscando, por el mundo entero.
Una tarde, subiendo una cuesta, encontró a una gitana.
La gitana la miró y le dijo:
El que buscas espera, bajo un árbol, en una plaza.Una tarde, subiendo una cuesta, encontró a una gitana.
La gitana la miró y le dijo:
Ella recordó al hombre con los ojos de agua, al que tenía las manos de seda, al de los pies de alas y al que tenía la voz quebrada.
Y después se acordó de una plaza, de un árbol que tenía flores lilas, y del hombre que estaba sentado a su sombra.
Y después se acordó de una plaza, de un árbol que tenía flores lilas, y del hombre que estaba sentado a su sombra.
Entonces se volvió sobre sus pasos, bajó la cuesta, y atravesó el mundo. El mundo entero.
Llegó a su pueblo, cruzó la plaza, caminó hasta el árbol y le preguntó al hombre que estaba sentado a su sombra:
¿Qué hacés aquí, sentado bajo este árbol?
Y el hombre dijo con la voz quebrada:Te espero.
Después él levantó la cabeza y ella vio que tenía los ojos de agua, la acarició y ella supo que tenía las manos de seda, la llevó a volar y ella supo que tenía también los pies de alas.
http://www.teresaandruetto.com.ar/el-arbol-de-lilas.htm
1 comentario:
Deacuerdo.
...
...
:
¿Qué esperas? ... ...
Publicar un comentario