sábado, febrero 26, 2011

Nocturna

El motor del refrigerador, que zumba y ruge, provocando cambios en la luz del salón; los ladridos de los perros, algunos cercanos, otros lejanos, en respuesta a la presencia de rivales o extraños en la parcela; ella tecleando en el notebook, ensimismada en su correspondencia, intentando ser útil a aquél que ama; el viento, que silba en la noche, creando melodías al cruzar las ramas de los álamos, haciendo que las ventanas tiemblen de emoción; la tos de mi hijo, que me hace preocuparme, ponerme alerta, atento a cualquier sonido que indique que sueña, que sufre, mi corazón; el susurro de la televisión en la habitación contigua, telenovelas y noticias de un país que no es el mío, voces que no puedo entender; el plop que hacen las gotas que caen en el lavadero, rítmico y constante; el crujir de las tablas de la casa, enfriándose tras un día caluroso, volviendo a su tamaño normal; los autos en la carretera, puntos de luz en la oscuridad, que traen sonidos roncos que se van transformando conforme se alejan, bocinas repentinas; el sonido de las ruedas sobre el asfalto, nítido y claro a través de la noche serena; el murmullo del agua cayendo sobre la tierra, empapándola de vida traída desde las alturas de la cordillera; el rumor del canal, allá abajo, llevando un agua gris y sucia hacia su destino; el runrún de mi corazón, sereno y tranquilo, mientras escribo en mi libreta, esperando que puedas leer mis pensamientos.

1 comentario:

Candas dijo...

" A veces pienso que miras a través de mi..."