miércoles, mayo 25, 2011

Cintura de cristal

Ella se acuesta en la cama, y el mundo se recuesta a su lado para observar su descanso.
Ella se baña, y las gotas de agua se demoran por su piel, ansiosas de sentir su caricia.
Ella pasea por la calle, y el viento se arremolina a su alrededor, deseoso de su perfume.
Ella camina por la playa, y el mar lucha por alcanzar sus pies, cambiando mareas.
Ella me mira, y el universo se apaga, dos únicos puntos de luz marcan mi vida.
Ella habla, y me hace el hombre más feliz con dos palabras.
Ella me toca, y mi corazón se para.

Ella no está, y tengo que seguir mi vida.

1 comentario:

Candas dijo...

Es necesario un paladar exquisito para saborear esto...:
Cuanto contenido en tan pocas palabras.

A sus pies Huelquén.

Candas.