Ella se baña, y las gotas de agua se demoran por su piel, ansiosas de sentir su caricia.
Ella pasea por la calle, y el viento se arremolina a su alrededor, deseoso de su perfume.
Ella camina por la playa, y el mar lucha por alcanzar sus pies, cambiando mareas.
Ella me mira, y el universo se apaga, dos únicos puntos de luz marcan mi vida.
Ella habla, y me hace el hombre más feliz con dos palabras.
Ella me toca, y mi corazón se para.
Ella no está, y tengo que seguir mi vida.
1 comentario:
Es necesario un paladar exquisito para saborear esto...:
Cuanto contenido en tan pocas palabras.
A sus pies Huelquén.
Candas.
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