jueves, enero 30, 2014

Paloma que vuelves, paloma...

Han pasado veinte años y te he vuelto a encontrar, aunque pasaste a mi lado sin reconocerme. Mi pelo es mucho más blanco, mi cuerpo mucho más fofo y con más achaques, mi cara se ha arrugado y ya no me conociste. El tiempo también ha pasado por ti, tu cuerpo se ha ensanchado, tus caderas son más rotundas y tu pelo conserva aún ese tono castaño de nuestra juventud, con el mismo peinado en media melena que siempre te dejaba un mechón flotando sobre tus ojos…

Tus ojos han cambiado. No me refiero a esa ojera más pronunciada o una arruga nueva, no. Has perdido la luz que tenían y en la que yo me sumergía mirándote. Tus ojos están tristes, incluso cuando sonríes ellos no lo hacen. ¿Qué te ha pasado? ¿Ha sido la vida buena contigo? ¿Encontraste aquello por lo que me dejaste? Así lo espero…

No hay comentarios: