Sin embargo, cuando la noche me envuelve y
cierro los ojos, mi cerebro empieza a procesar la información del día e
invariablemente abre puertas a esas sendas: las preocupaciones y dudas toman
colores mustios, acciones inquietantes, vistas grises sobre el mar de los
sueños. Sólo a veces, muy ocasionalmente, una luz se filtra por entre el cielo
plomizo de mis ensoñaciones, e invariablemente viene a iluminar la flor que
dejó en mis campos.
2 comentarios:
http://www.youtube.com/watch?v=AsvrCrdo4SA
"Que los otoños te doren la piel" Candas.
Gracias
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