jueves, noviembre 28, 2013

A heart is low...

Sentado en el fondo del pasillo había un niño, escondido en la penumbra. A su alrededor las luces de la fiesta se movían en círculos y espirales, los vasos de bebida se llenaban y vaciaban, la pista de baile recibía a sus compañeros al compás de la música…


En el fondo del pasillo, escondido en la penumbra, un niño miraba las luces, las risas, el baile, y sabía que no eran para él…

domingo, noviembre 03, 2013

Marea verde

Había estado cerca. Después de que se corazón se serenase, tras llorar de nuevo la pérdida de Alicia, se secó la frente, borrando el rastro de las lágrimas en su cara, y cogió la red para asegurar su captura. Evitaba mirar a la nereida, con la superstición de todos los pescadores, mientras la rodeaba con el tejido fuerte y elástico que la mantendría sujeta hasta que llegaran a puerto.

La luna descendía sobre el mar. Era hora de regresar, y el viejo pescador tomó los remos y comenzó a bogar hacia tierra firme, con ritmo lento, pero fuerte y mantenido, acercando la barca al continente en cada esfuerzo. Su presa se encontraba a proa, semioculta en la oscuridad, apenas podía ver algún reflejo tornasolado cuando los rayos lunares incidían en sus escamas. Si se concentraba, podría adivinar los ojos que seguramente le observaban, los había visto otras veces: unos ojos cuyo iris cambiaba según la profundidad en la que se encontraba la sirena, de un azul intenso como el cielo bajo el mediodía de los trópicos a un verde mar semejante al del océano lleno de vida…


Para cuando llegó a puerto las estrellas ya habían desaparecido ante la luz de la aurora, y el muelle hervía con los movimientos de los pesqueros y el trasvase de las capturas. Respondiendo cansinamente a los saludos de otros compañeros, remó un poco más para llegar a un pequeño embarcadero algo alejado del muelle principal, en el que ató la barca a un amarradero de hierro viejo mediante un cabo desde la popa al mismo tiempo que dejó caer un ancla por la proa. Una vez estabilizado, tapó a la sirena con una lona y se la echó al hombro para transportarla hasta su casa.