jueves, agosto 18, 2011

Time has come


Cuando se trata de hablar, no soy de los más brillantes; me cuesta articular palabras, puedo pasar horas sin emitir sonidos y estar tan tranquilo, soy mucho mejor escuchando que hablando. Sin embargo, cuando hablo de mí mismo, a veces, se abren las compuertas de mi mente y puedo verbalizar durante mucho rato, recordando las cosas o los sentimientos que tenía en el pasado. Por eso inicio este blog, con mis pensamientos y emociones. Y por eso me cuesta rellenarlo...
¿Qué contar y a qué público? Cuando escribimos lo hacemos pensando en un lector, sea un grupo de amigos o uno mismo. El oficio de escritor es un método para imaginar nuevos mundos, para viajar con el pensamiento o para ahorrar dinero con la cuenta del psicoanalista. A mí me encantaría ser capaz de crear nuevos mundos y situaciones, inventar una nueva Arda o poblar las estrellas con civilizaciones y mundos diversos; sería feliz al visualizar los paisajes de mi infancia y adolescencia, con aquellos colores recién descubiertos, y poner blanco sobre negro esas sensaciones que te llenaban el corazón.

Pero no lo hice durante mucho tiempo. Han sido más de treinta años encerrado en una isla imaginaria, desde la que veía pasar la vida sin participar de ella, una roca solitaria en medio del mar, que sólo ahora es consciente de todo lo que pasa a su alrededor. Con el tiempo he logrado escribir de mis amores y dolores, describir el calor que produce mi hijo en mi alma, el olor de las lágrimas retenidas por años...


Campanas de agua

1 comentario:

Candas dijo...

La respuesta a esto, te acompañará ese día: Alejandro Jodorowsky.