lunes, diciembre 13, 2010

Edén

Los veo casi cada día, al volver al trabajo despues de almorzar, sentados en una de las esculturas del museo, o en las escaleras, ajenos a mi mundo y creando el suyo propio. He de confesar que muchas veces ralentizo el paso cuando los diviso, envidioso de su felicidad y de su juventud. Ellos permanecen ajenos a mis miradas, y a mis sonrisas complices, ella sentada sobre él, mientras le acaricia la cara con arrobo; él, con la mirada abandonada en sus ojos, sus manos en su talle, que en ocasiones se pierden dentro de su camisa, o acariciando suavemente la piel de su costado.

En los breves momentos en que nuestras vidas se cruzan cada día, nunca les he oido hablar, están en esa fase del amor en que los susurros retumban en el cielo, y los silencios tienen más significado que cualquier discurso. A veces me preguntó qué podrán decirse, y recuerdo mis propios inicios, con profundas conversaciones sobre nada y largas lecturas de los ojos de mi pareja.

En ocasiones ella visté el uniforme del colegio, mientras él sigue con vaqueros raidos y camisa. Me divierto imaginando la salida de ella de las clases, los susurros y comentarios de las amigas, su alegría sin disimulos cuando se encuentra con él, el beso tierno y corto para que no les molesten las compañeras, caminar de la mano hasta el museo y encontrar un lugar donde poder abrir un universo privado, donde solo ellos pueden entrar.

Luego las preocupaciones y problemas cotidianos me hacen olvidar a esa pareja juvenil hasta que los vuelvo a ver al día siguiente, siempre en la misma zona asoleada del museo, siempre en la misma postura, recordandome que la esperanza no muere, que pasado y futuro se confunden en el presente.

1 comentario:

Candas dijo...

Acaba el año. No estoy triste a pesar de saber que se cerrará el blog durante las vacaciones de Navidad, porque sé, que necesitas recuperar vivencias que después plasmarás en tus relatos, que necesitas respirar otros aires, otros mundos, otros amores,... Orgullosa de haberte descubierto los últimos meses, permaneceré fiel a tu lectura el año venidero.

Feliz Navidad Huelquen.