viernes, octubre 22, 2010

Tweety

Brilla con luz propia en esa foto escolar, la única muchacha de piel y cabello claro entre el grupo, ahí, a la derecha de la profesora, donde más concentración de niños hay. La foto está hecha en el interior, posiblemente un gimnasio o un salón de actos; al fondo se ven sillas, en las que alguna alumna está descansando. Es una actividad festiva, una reunión o celebración; lo sé porque no llevan el uniforme del colegio, ellas con vestido largo, floreado las más, otras de colores vivos, y ellos con camisa y vaqueros. Debe ser a mediados de octubre, la primavera ya avanzada pero las madres aún preocupadas por la salud de sus hijos; muchos muchachos continúan con la manga larga, aunque casi todas las niñas llevan manga corta o tirantes. La mayoría esta sonriente, felices por la novedad de la foto en grupo, rodeando a su profesora. Dos de ellas están distraidas, caminando fuera del grupo, sin percatarse de la cámara.

Su mirada te atrapa enseguida. Mira directamente a la cámara, seria, el pelo pulcramente peinado y la flor blanca sujetándolo para destacar sus facciones: un rostro ovalado, aún infantil, en el que tal vez sobresalga un poco la nariz, pero sin desmerecer su belleza. La fotografía deja intuir unas pecas en su cara que con el tiempo llegué a conocer muy bien.

¿En qué estará pensando? ¿Tal vez en algo que ocurrió antes de la foto? ¿En algún comentario que le hicieron sus compañeros? ¿En la vuelta a casa en el autobús, y en cómo defenderse de los miserables que puede encontrar? ¿En quién verá esta foto? Tal vez esté su padre en casa, en una de esas temporadas en las que vivía con ellos, despechado por la otra mujer. ¿Le gustará? ¿Le hará quedarse? ¿Volverá a tener una familia normal?

Yo la conocí algunos años después, de vuelta a España e ilusionada por estar en Europa y por todas las oportunidades que el país le ofrecía. Seguía siendo una hermosa niña que maduró demasiado deprisa, y de la que no pude despedirme como hubiera querido. Ojalá haya cumplido sus sueños.

3 comentarios:

Candas dijo...

Lo dicho: terciopelo... del caro!

Paine dijo...

Precioso. Me encanta la descripción, me imagino todo tal cual e incluso me emociono. Eres increíble. Esto es lo tuyo, sigue adelante.

Teo dijo...

Gracias, te invito a que sigas leyendo